martes, 16 de abril de 2013

El gran Gatsby (Fragmento)


En las noches de verano se oía música en casa de mi vecino. En sus jardines azules, hombres y muchachas iban y venían como mariposas nocturnas entre los murmullos el champán y las estrellas. Cuando la marea estaba alta por las tardes, veía a los invitados que se tiraban al agua desde un trampolín de la piscina, o tomaban el sol en la arena caliente de su playa, mientras sus lanchas de dos motores hendían las aguas del Estrecho , arrastrando acuaplanos entre cataratas de espuma . En los fines de semana , su Rolls-Royce se transformaba en ómnibus, que trasladaba grupos de la ciudad a su casa y viceversa desde las nueve de la mañana hasta muy pasada la media noche , mientras su coche de estación corría como cucaracha amarilla al encuentro de todos los trenes. (...)
Todos los viernes llegaban cinco cajones de naranjas y limones, remitidos por el frutero de Nueva York; todos los lunes estas mismas naranjas y limones salían por la puerta trasera , formando una pirámide de mitades sin pulpa. Había en la cocina una máquina capaz de exprimir doscientas naranjas en media hora, siempre que hubiera un sirviente que apretara doscientas veces con el pulgar un pequeño botón.
Una vez cada quince días, llegaba un cuerpo de proveedores con varios cientos de metros de cañamazo y suficiente cantidad de focos de colores para hacer del enorme jardín de Gatsby un árbol de Navidad. Sobre las mesas del buffet, los jamones adobados y cocidos se amontonaban contra las ensaladas de dibujos de arlequín , y cerdos y pavos de pastelería deleitaban la vista con sus dorados tonos oscuros. (..)
Alrededor de las siete llegaba la orquesta,que no era un pobre conjunto de cinco instrumentos, sino una orquesta completa, llena de oboes y trombones, saxofones y violas, cornetines, piccolos, bombos y tambores. (...)El bar está en plena actividad , y flotantes rondas de cocktails atraviesan el jardín hasta que el aire cobra vida con las charlas y risas de encuentros de entusiastas entre mujeres que jamás supieron sus respectivos nombres.

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